El Masaje Facial es un medio efectivo para ejercitar los músculos de la cara. Para mantener la tonicidad muscular y aumentar la circulación de la sangre, la cosmetóloga o el cosmetólogo se limitan a lo siguiente, respecto al cuidado de la piel: La limpieza de la piel, el masaje, el tratamiento preventivo de enfermedades menores.
El masaje es una de las partes de la terapéutica que se práctica con un máximo de efectividad en la cosmetología, pero nunca debe ser efectuado por un persona que no tenga los conocimientos suficientes acerca de la anatomía de las distintas áreas donde se realiza el masaje facial. Se deben aprender los nombres correctos de todos los músculos, de los nervios, etc. De tal manera que ellos se puedan reconocer siempre. Para familiarizarse con las sensaciones que se producen al hacer un masaje científico, la cosmetóloga o el cosmetólogo deben practicar los movimientos en sus propios cuerpos, para así lograr localizar todos los puntos motores con exactitud por medio del tacto. La presión con la cual el operario o la operaria puedan localizar un centro motor y producir la estimulación adecuada contribuye sustancialmente al relajamiento muscular y nervioso del cliente.
Los tratamientos faciales se pueden hacer una vez a la semana. Para que el cliente disfrute el relajamiento y la estimulación producidos por el masaje, el área de trabajo donde se hace el masaje facial debe gozar de un ambiente tan tranquilo como sea posible.
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